Hoy, después del acontecimiento deportivo de montaña denominado tenerife- bluetrail, quiero hacer una crónica, primera que hago de una carrera.
Tras haber participado en algunas carreras, nunca había manifestado la necesidad de contar la experiencia, aunque lo había pensado.
Pero tampoco había asistido a una carrera como espectador, y se ven las cosas desde otro punto de vista. Esto es lo que quiero contar hoy.
Una vez sufrido el percance que me metió en un quirófano, con la máquina conectada y el cloroformo que me hacía soñar, vino el despertar, y tomar conciencia de que en el plano deportivo la cosa estaba aparcada por un tiempo.
Pasan los días y se acerca el evento que durante mas de tres meses había preparado. Todo bien llevado, hasta el día D. La frustación y el cabreo aparecen. Ya había quedado con mi amigo Jose Luis para ver la carrera desde Montaña Blanca. O desde el Portillo, según se terciara.
Me levanto temprano, antes de tiempo. Lleva menos tiempo preparar las cosas cuando uno va a mirar que cuando va a participar. Comprendí esto cuando vi que estaba ya listo a las siete de la mañana, media hora antes de la hora prevista. Salgo a la calle, a la espera. Suena el teléfono cinco minutos mas tarde. Jose Luis me dice que tiene el coche averiado, que no puede venir.
Veo que no voy a poder asistir ni de observador. Dudo. Me decido por subir en guagua desde el Puerto hasta La Caldera, aunque llegue tarde.
Una vez allí, a las 8,45 pregunto cómo va la cosa. Un militar me dice que el 1º ya pasó, hace tres cuartos de hora!!No le creo, se ofrece a enseñarme una foto y le digo que no hace falta.
La solución la veo en tirar en sentido contrario a la carrera, desde la casa del agua. Me decido y tiro para allá tan rápido como puedo. Cuando llego a la Casa del Agua, hay un avituallamiento vacío de corredores, a estrenar. Creo que los que allí estaban pensaron que era un corredor, el 1º. les aclaro la cosa y digo que el 1º vendrá pronto, pero no detrás de mi, sino por los escalones de la casa del agua.
En este momento me dirijo en sentido inverso a la prueba, el encuentro de los corredores. Hace frío aún, es temprano y voy solo. El rocío lo invade todo, moja la plantas. Al rato, antes de llegar al portillo del Topo me encuentro con el 1º. Bajaba tranquilo. No sentí la necesidad de darle ánimos, solo lo felicité: Campeón!!. Me saludó. El siguió para abajo, yo para arriba.
Después de un buen rato, solo, por los senderos encima de los Órganos, tras una curva tengo un encuentro inesperado: Es David Lutzardo!! Un abrazo espontáneo, llevado por la sorpresa, seguro, pero también por la alegría que le suponía encontrar a alguien afín, con la misma camisa, por aquellos lugares. Pero estamos en carrera, no podemos hablar mucho. Yo estoy mas apurado por que siga su marcha que él, me da la impresión. No sé la distancia que le separa de su perseguidor.
Sigo caminando. Aparecen varios corredores. Pero es Chelis, el siguiente que se detiene a hablar conmigo. Es el 5º, creo. Esta vez en lugar de abrazo toca apretón de manos y felicitaciones de mi parte (es la primera vez que hablo con él). Le animo con unas indicaciones que luego, ya en meta me dirá que cuando menos fueron imprecisas...Bromas. Pero con buena intención, la de concretar 17 o 18 km en dos palabras.
Sigo para adelante y aparece mas gente a cuenta gotas.
Ya bajando hacia la Caldera, por Los Guancheros el caudal de corredores es abundante, mezcla de las dos modalidades en liza.
Aparece otro con camisa TFT, y gorra roja para atrás. Vaya, es José Carlos. Le miro a los ojos y está muy entero, y va de los primeros, entre los 20-30 pienso. Gran alegría.
Un poco mas abajo me encuentro con otro amigo con una pájara de campeonato. Nos sentamos un rato, le invito a comer pero no puede. Tiene intención de seguir, pero no puede. Le acompaño para arriba, pero no va bien. Le recomiendo bajar otra vez a La Caldera, que coma algo, poco a poco. Y que no entregue el dorsal hasta que esté completamente seguro. Le dejo allí y sigo mi camino. La decisión la tiene que tomar solo. Unas cuantas horas mas tarde me llama, agradecido, para decirme que ha acabado la prueba. Gran tipo.
Lamenté durante todo el trayecto que realicé no llevar cámara de fotos. Quizá por esto escribo estas líneas.
No tuve tiempo de mas, me esperaba una buena comida en casa.
La experiencia me pareció buena, pero la próxima me gustaría estar dentro... Pero si quiero dejar claro que todos participamos de la experiencia, como he podido comprobar. Yo me he encontrado satisfecho.
Felicidades a todos los que se plantearon participar en la prueba, también a los que salieron y no llegaron y a los que llegaron. Que todos sepamos entender la experiencia, es mi corolario. Todos ganamos. Nos vemos en la próxima!.
Santi Díaz.
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