La hora del cambio... después de llevar una correcta hidratación y alimentación, las piernas notaron el empuje de los kilómetros y decidí aflojar el ritmo de 5’ 40’’ que venía marcando de media en el primer sector hasta el avituallamiento. Era consciente, de que tocaban a recorrer 14 kms hasta el 2º y definitivo avituallamiento y los primeros 6 de estos 14 fueron horrendos, las piernas seguían bastantes pesadas y entro a jugar el factor cabeza... ya no era lo que quedaba, sino, lo que había recorrido... ahora quedaba mucho menos, la mentalidad no podía venirse abajo, aproveché para alguna fotito, con la distracción de ahora me toca comer esto, después lo otro, mirar la hoja de ruta, corredores por delante... corredores por detrás, ir pendiente a la señalización en algún recoveco... impecable por mi parte y por supuesto; a tirar del mp3
nuevamente... y en el momento de llegar a los 40, de manera espontánea el cuerpo y la mente se fusionaron a la perfección y en cuatro kilometritos más, me vi en el 2º y definitivo avituallamiento. Aquí, me propuse realizar una transición más rápida... sabedor que de no fallar con los ritmos en este último diez mil, la Eco
Trail me otorgaría el tiempo final, con el que había soñado.

Ahora el ritmo a marcar era de 6 minutitos el km y de esta manera me garantizaría estar por debajo de las 6 horas. Dejábamos atrás senderos y pistas boscosas, pequeños núcleos de población y era la hora de llegar a París... la Eco Trail 50K tocaba a su fin y la adrenalina que emanaba se encargaba en todo momento de no bajar los ritmos... que bueno cuando vas ensamblado a la carrera y ves que el trabajo llevado acabo está dando los frutos deseados... la majestuosidad de la Torre Eiffel al fondo, hacía con cada paso verme más cerca de la llegada y entre puentes cruzando el río Sena y de un lado para otro, proseguía rumbo firme

Vistas del Sena, desde la T. Eiffel Finisher...Acto seguido y sabedor de que tenía horas por delante hasta que llegara Isidro, aproveché todos y cada uno de los privilegios que contaba la organización:
bebí todo lo que pude y comí bastante frutita durante la primera hora, buena ducha de agua caliente, osteópata durante 40 minutitos, rutita en la Feria del Corredor y cena de gala, en la que no faltaba de nada... menudo buffet... jooo, la roncha que les dejé... sabedor de lo que costaba una cerveza fuera... casi no salgo
de la carpa... las piernas flojeaban... el resto... me lo reservo, ya que no había nadie conocido/a... je, je, je...
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