Me inscribí en esta carrera sin saber si podría participar o no, andaba medio lesionado y con tres o cuatro entrenamientos en un mes. Al final vi que podría salir tranquilo y a disfrutarla, fue la mejor decisión que podía haber tomado.
LLegué bastante pronto y aparqué muy cerquita del centro organizativo, me dio tiempo de saludar a mucha gente y hablar con todos. Habían por allí algunos corredores que estaban estrenando una equipación muy chula, jeje.
Entre unas cosas y otras ya estaban llamando a los corredores a la salida. Allí estaba Basilio Bravo, micrófono en mano, teniendo unos bonitos detalles con algunos de los corredores. Muy a su pesar, también tuvo que echarnos a todos un pequeño responso sobre los sinsabores de las tareas organizativas; no hubo ningún problema, todos a una le dedicamos un aplauso espontáneo de cariño y reconocimiento a todo su trabajo, seguramente no le compense pero por lo menos que sepa que todos le apoyamos.
Y empieza la carrera, con unos pocos metros neutralizados para evitar las primeras curvas en pelotón y al son de AC/DC. El primer kilómetro y medio por asfalto para entrar luego en el barranco, salí muy tranquilo y me sorprendió que Alexis Clemente había salido atrás del todo y venía recuperando terreno muy tranquilo. Luego me enteré por los que habían salido delante que había una especie de "calma tensa" en la que nadie quería marcar el ritmo, seguramente la cosa cambió cuando llegó Alexis, jeje.
Yo a lo mío, sacando fotillos llegamos al barranco, terreno "técnico", pero técnico de verdad, empieza lo divertido. Dando saltos entre las piedras empezamos a subir, intentando sacar alguna foto tropiezo y al suelo. No pasa nada, pequeño raspón y seguimos. Echo de menos a algún traidor que me había dicho que iba a ir tranquilo y que en cuanto se dio la salida no lo vi más, ya hablaré más tranquilamente con este supuesto compañero de equipo, jeje.
Salimos de los pedruscos y empieza un sendero más transitable, se puede trotar bien, el paisaje se va haciendo por momentos más impresionante. Encajonados entre las paredes de un barranco empieza la verdadera subida, las risas y comentarios de la gente se van acabando y ya sólo se oyen respiraciones agitadas y gente maldiciendo, ¿por qué sera?
De vez en cuando paro a hacer alguna foto, el paisaje se lo merece. LLegamos a un tramo donde el desnivel se suaviza y se puede trotar de nuevo, es un pequeño descanso para coger resuello y afrontar la última parte de la subida. Aquí, grata sorpresa, alcanzo a Isa que también sube muy cómoda y se lo está tomando como un entrenamiento.

LLegamos a un cartel que anuncia que más arriba ofrecen té de hierbas, "por la voluntad",s me dice uno de los compañeros de subida. No hace falta té, allí está el avituallamiento, isotónicos, agua, redbull, plátanos, frutos secos..., una maravilla. Todavía hay que subir un poquito hasta la antena y allí, apostados estratégicamente están José Miguel y José Carlos como fotógrafos de excepción. Tienen mérito estos chicos.
Hemos llegado al punto más alto y ahora empieza un llaneo de cuatro kms. y medio hasta la bajada. Vamos por una pista, preciosa, muy cómoda para correr y en ligero descenso. Se pasa enseguida y en un punto está Roberto indicándonos que empieza la bajada de verdad. Al principio de la bajada el terreno es muy cómodo y se puede correr muy bien. Pero poco a poco el terreno se va haciendo más árido, desaparece la vegetación y el sendero se va haciendo más "técnico".
El calor va haciendo acto de presencia, hay que beber a menudo y concentrarse más en la pisada. Todos los que vamos bajando tenemos algún pequeño tropezón, torcedura o le damos alguna patada a una piedra. No quiero ni pensar como bajarán los primeros por aquí, alguno iría más seguro con un protector bucal.
LLegamos al pueblo y encontramos el último avituallamiento, el agua nos la ponían con hielo, todo un lujo, casi no salgo de allí, jeje, y si a esto le sumamos que unos vecinos nos rociaban con una manguera para refrescarnos pues no hay más que decir. Nos indican que hay que entrar de nuevo en el barranco del principio. ¡¡Qué divertido!! Léase esta última frase con mucha ironía. Dando saltos entre las piedras llegamos de nuevo al asfalto.

Qué largo se hace este tramo por el pueblo, al cansancio acumulado hay que sumarle ahora el calor pero la cercanía de la meta te da alas. Paso a algunos compañeros que van caminando, alguno me pide agua, otros me animan. En nada estoy en meta, no sé ni qué tiempo he hecho, ni siquiera sé que hora es, salí sin reloj con la idea de simplemente disfrutar. Objetivo cumplido. Habrá que hacer más en este plan.

En resumen, preciosa carrera, muy dura la subida, muy técnica la bajada y con unos paisajes simplemente impresionantes.

Por cierto, para los que no estuvieron, desvelada la sorpresa para la próxima Vulcan Race, ¡¡SERÁ NOCTURNA!!, la primera de Tenerife.