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Aprovechando que estaba en La Gomera el pasado fin de semana, y que pululaba por allí algún que otro indómito trailer y senderistas varios, organizamos un pequeño entrenamiento el domingo por la mañana. La ruta elegida fue el precioso bucle que recorre el sendero PR-LG-17, pasando por un par de lugares emblemáticos de la isla como son el roque de Agando y la Degollada de Peraza, y que Francisco Fariña detalla con profundidad en su grandioso blog: PR-LG-17

En la excursión me acompañaron Pedro Dávila (Búho Trail) y mi cuñado Kalulo (Cenderistas del equipo C), el resto de senderistas se rajaron. La verdad es que la noche antes estuvimos de karaoke... amarillos-cola y cosas así. Se les fueron las fuerzas...
Como a mí no me gusta mucho conducir, preferí hacer este camino desde la parte de abajo, desde La Laja, por encima de las presas de Chejelipes. Para llegar allí, salimos de la Villa (vamos, San Sebastián) por la Vía de Ronda, ignoramos la salida hacia el Sur, y seguimos recto como si fuésemos a Hermigua. Un poco antes de llegar al final del pueblo hay un desvío a la derecha que pone "Chejelipes". Tomamos ese desvío y después giramos a la izquierda para remontar el barranco de la Villa. Son unos 7-8 Km, y vemos las fincas cultivadas, algunas casas estupendas y 3 presas antes de llegar a La Laja. Es todo muy bonito.

El inicio de la ruta es junto a una vieja torreta de UNELCO. Ojo que hay otra antes, un poco mas abajo, pero la nuestra tiene un cartel verde indicando que a la izquierda se puede ir hacia el Roque de Agando. Enfrente hay un caminito que baja, marcado con un cartel que pone "La Longuera", que son las casitas que hay enfrente, al otro lado del barranco. Bajamos y andamos unos metros hacia la derecha, antes de cruzar el barranco junto a unas cabras que se asustarán a tu paso. Ahora hay que subir cruzando entre las casas de La Longuera, no hay marcas, así que el consejo es coger siempre el camino mas empinado, aunque la primera vez que pasas por allí lo mas probable es acabar entrando en alguna casa... Por fortuna nunca he visto perros sueltos por aquí.

Tras unos minutos subiendo por cemento, comienza el sendero que nos lleva al bucle, marcado con unos carteles. Optamos por subir primero a la Degollada de Peraza, así que vamos hacia la izquierda. La pendiente por este lado es mas pronunciada, y, aunque son solo 2.5 Km, me cuesta seguir el ritmo de Pedro (ayyy, esos amarillos...). Al poco de empezar la subida Pedro se queda parado, y me señala una perdiz encima de una roca, aunque tardo un rato en distinguirla. De repente Pedro se lleva la mano a la boca y empieza a emitir unos ruiditos, ¡y la perdiz le contesta! Esto para un urbanita es lo nunca visto, así que bautizo inmediatamente a Pedro como "El hombre que susurraba a las perdices" y reanudamos la marcha.

Esta subida me encanta, tiene unas vistas preciosas del barranco, sus casas, sus presas,...y a lo lejos, tremendo, el Teide. El camino cruza junto a varias palmeras e higueras. Otras veces he comido higos de estos árboles, y venía pensando en ellos, pero esta vez estaban todos verdes.
Tras coronar las peores cuestas viene un pequeño tramo de bajada, y no paramos de ver bandadas de perdices. Pedro está como loco con ellas, y me reconozco totalmente: me pasa lo mismo cuando veo saltar peces en el mar.

Es muy fácil seguir el camino, solo hay un momento de posible duda, al llegar a una roca roja. A la izquierda hay una casa abandonada, el camino es por la derecha.
Tras un poco mas de camino, ya se ve arriba el mirador de la Degollada. Se distingue por el muro de piedra y la especie de roque que hay a su derecha. Por si a alguno le interesa, le cuento que fue en una cueva cercana en donde Hautacuperche mató a Hernán Peraza, desencadenando la "Rebelión de los gomeros". Aquello terminó en una terrible matanza de gomeros a cargo del "piadoso caballero" Pedro de Vera. En fin, qué poco hemos avanzado...

Llegamos arriba en unos 38 minutos, y podemos deleitarnos con la grandeza de los barrancos del sur de la isla. Ahora hay que avanzar por la carretera unos 50 metros, en dirección a Valle Gran Rey (vemos el cruce a la izquierda que baja a Playa Santiago), hasta hallar unas escaleras de piedra, por la que subimos y desembocamos en unas lomas peladas, en donde vemos la bandada de perdices mas grande que he visto en mi vida (¿40?), y tan gordas que Pedro las califica de "Pavos".

Hay que seguir una pista de tierra, y pasar por la izquierda de unas antenas y un caserón. Por esta zona vamos trotando, aunque paramos de vez en cuando a esperar a Kalulo, que como buen "Cenderista", se niega a correr. Cerca del caserón vemos como una rapaz sale volando con algo colgando de las garras. Nos acercamos trotando al lugar del que salió, y vemos un revoltijo de sangre, plumas y tripas. Una paloma menos...

Llegamos al final de la pista de tierra, y habrá que seguir por la carretera, subiendo a la derecha, para llegar a la ermita de Las Nieves. Han sido otros 2 Km, a ritmo suave, esperando por el senderista, unos 27 minutos.
Aquí hay una plaza, fogones, buenas vistas, senderos cercanos que cruzan islitas de Laurisilva,... un sitio estupendo que visito continuamente desde que era niño.



Subimos las escaleras que dan a la plaza, y rodeamos la ermita por la izquierda. Al fondo se ve el sendero que sube levemente, y que nos adentrará en un hermoso pasillo de Laurisilva, que se hace corto, y enseguida desemboca en una bajada que nos llevará a la carretera y a los pies del Roque de Agando.
En realidad es un conjunto, hay otros 3 roques: Ojila, Zarcita y Carmona. Aparte de por su belleza, la zona es famosa porque a sus pies murieron quemadas 20 personas en el nefasto incendio de 1.984.

Al llegar a la carretera, bajamos unos 100 metros por la derecha, hasta llegar a un cartel verde que nos señala el camino a La Laja.
Esta zona suele ser ventosa y con frecuente niebla. Puede hacer bastante frio, incluso en Agosto.
Esperamos un rato a Kalulo, que viene moviendo los bastones con dificultad. Me da que tiene que entrenar mas con ellos...




Comenzamos la bajada por un camino empedrado. Este lado es mas corrible y facil. Atraviesa un bosque de pinos, en donde hay numerosos troncos blanquecinos de ¿eucaliptos?.
Pedro y yo aprovechamos para correr un rato, y de vez en cuando paramos para reagruparnos con Kalulo.
Nuevamente es imposible perderse. Solo puede haber duda casi al final, cuando ya se ven las casas de La Laja. Hay un cruce, y se debe seguir recto, ignorando una bajada a la izquierda.


Finalmente llegamos a los carteles que vimos al principio, en donde comienza la subida a la Degollada, y hay que volver por el camino de cemento entre las casas de La Longuera.
Este tramo ha sido de unos 4.6 Km, en unos 51 min. En total hemos completado un bucle de 9 Km. en 1h57m. Hay que tener en cuenta que ha sido a ritmo senderista, y que a RA la cosa se puede quedar algo corta. Alguna vez he salido trotando desde la Villa, en lugar de subir en coche. Trotando despacio, y caminando en alguna cuesta, tardo sobre 1h10m en llegar a la torreta blanca de la Laja... ¡o se pueden dar 2 vueltas al bucle!

El Track: http://connect.garmin.com/activity/105695521

Las fotos: https://picasaweb.google.com/ecebriantf/AgostoBucleAgando?authkey=Gv1sRgCIDG67Ow4pXhkgE

Epílogo: A la bajada paramos en el Bar El Atajo, en donde viejos amigos nos invitaron a una ronda. Kalulo pidió garbanzas y carne de cabra. Otra ronda... ¿habrá sumado o restado este entrenamiento?

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