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En la foto (de izqda. a dcha.): Emilio, Agustín, Javi, Suso y Santi (David fue baja por gripe).


Este fin de semana hemos salido un grupito a hacer una salida nocturna. Al final creo que se alargó un poco más de lo previsto pero en resumen creo que nos irá acercando un poco más al objetivo de Febrero (Trans).
Salimos a las 20:00 h. del aparcamiento de Aguamansa (junto a la piscifactoría), cogimos un sendero junto a la carretera que sube a La Caldera y empezamos a subir entre la vegetación. Graciás a Agustín y a Javi, nuestros guías, íbamos sabiendo en todo momento en donde estábamos.
El sendero se iba poniendo cada vez más vertical por el Camino de Los Guancheros y en nada estábamos por encima de la Corona Forestal camino a Montaña Limón, el frío seguía aumentando pero el desnivel nos hacía mantener el calor. Al llegar a la pista que conduce a Izaña pudimos empezar a trotar algo siempre divididos en dos grupos, delante Agustín, Javi y Suso y detrás Santi y yo.
Arriba, el frío era aún más fuerte y no había quien se parara, enseguida te quedabas helado. También nos dimos cuenta de que llevábamos retraso sobre el tiempo previsto, así que cogimos por Siete Cañadas hasta el Centro de Visitantes y por detrás de éste salimos en dirección a La Fortaleza. Había que mirar muy bien donde poníamos los pies porque las torceduras eran constantes.
Desde allí empezamos a bajar a Chanajiga, aquí hubo algunos resbalones y caídas pero quedaron en sustos sin importancia. También hubieron algunas llamadas de esposas un poco "preocupadas" a las dos de la madrugada, jeje.
Y estamos ya en la parte final, la pista que lleva desde Chanajiga hasta Aguamansa, bastante llana y que corrimos de nuevo en su totalidad. Me sorprendió lo rápido que íbamos después de la panzada de kms., los últimos veinte minutos sufrí bastante para aguantar el ritmo de Santi, pero como no hay mal que cien años dure..., todo acaba. Al final salieron alrededor de 50 kms. y 7h 10' de entrenamiento.
Encima Suso me había puesto "deberes" para casa, jeje, no pudo ser, cuando llegué a casa una duchita y a las cuatro estaba durmiendo como un bebé. Para colmo me olvidé de quitar el despertador y a las 7:30 estaba despierto otra vez.
El domingo no pude hacer nada, tocaban compras navideñas, pero el lunes por la mañana hice una tirada de 2 h., de casa a Chanajiga y vuelta. Por la tarde vi un mensaje de Suso del día anterior en el móvil citándome para lo mismo. Qué pena, hubiera agradecido un montón la compañía porque estaba arrástrándome del cansancio de la anterior.
Da gusto poder entrenar con gente como esta, lo que en otras condiciones serían siete horas de sufrimiento se convierten en siete horas de charla, motivación, camaradería y buen rollo. Nos vemos en la próxima.

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