José Manuel León y Jonay Prieto |
Segunda edición de esta carrera y no me la quería perder. Este año con cambio de recorrido, más técnica y con más desnivel. La verdad, me encantó el nuevo trazado.
El día amaneció lluvioso y la verdad, me fui para La Guancha con la duda de si la prueba se celebraría. Una vez allí, en la recogida de dorsales ya me confirmaron que sí, que habría prueba.
Apetecía poco ponerse de corto, seguía lloviendo y con el frío de lo que daban ganas era de meterse en el bar a tomarse algo calentito. Después de remolonear un rato, me fui para el coche a cambiarme. Con algunas dudas al final salí sin camiseta térmica y sin guantes pero con manguitos para paliar un poco el frío.
La organización supo capear bastante bien el tema de la lluvia, nos subieron al salón del casino para darnos las últimas indicaciones a cubierto de la lluvia y tras algunos consejos sobre no arriesgar demasiado por el estado mojado del terreno nos fuimos a la línea de salida.
3,2,1... y salimos por asfalto neutralizados por un vehículo toda la carretera, algo más de un kilómetro, hasta que empezó la subida y se dio vía libre a la cabeza de carrera.
Enseguida estábamos dentro del sendero, bastante bueno al principio, que permitía correr mucho. Aquí calculo que marchaba entre los treinta o cuarenta primeros. Se alternaban zonas donde se puede correr bien con otras de más desnivel que obligaban a caminar. Llegamos a la Casa de La Pradera, los desniveles ya son más importantes y hay que caminar mucho.
Aquí me pasa el compañero Salva y empieza a tirar él. Paso un rato malo y me cuesta seguirlo, vamos pasando gente poco a poco. Al llegar a la pista me recupero un poco y empezamos a tirar fuerte, vamos juntos y pasamos a algunos compañeros hasta que se acaba el correr, giramos a la derecha y empieza la última subida fuerte. Esta no me la esperaba, Salva tira de mí y seguimos pasando gente. Sólo quiero llegar a la zona recreativa para que se acabe el suplicio y poder empezar a disfrutar de la bajada.
Llegamos arriba, un vaso de isotónico, un trozo de chocolate y para abajo. Salva sale lanzado y me cuesta seguirlo, entramos en el sendero que hacíamos en la Cruzatenerife, qué recuerdos. De repente, susto, un perro se ha escapado de su dueño y corre al lado nuestro arrastrando la correa, en un giro intento esquivarlo y a punto estoy de caer al suelo, por los pelos consigo recuperarme pero se me sube un gemelo en el gesto y voy cojo un rato hasta que se me va pasando. El perro se nos va un poco y en los cruces duda y nos espera, jaja... En el siguiente avituallamiento lo recogen hasta que pase su dueño.
En esto que la bajada llega a la pista y de nuevo se pone cuesta arriba, hay que exprimir las últimas fuerzas, me paro en el último avituallamiento, Salva sigue y ya no lo veo hasta la meta. La última bajada del día es preciosa y bastante técnica, ya voy justo y no arriesgo demasiado, sólo un pensamiento en la cabeza, VT, VT, VT, VT...
Entrada en meta y mi recuerdo para Víctor, todavía no has aparecido pero no te has borrado de nuestros pensamientos.
Por último, felicitar a toda la organización por la prueba. Recorrido precioso, avituallamientos muy buenos, sobre todo en meta y también gestionando muy bien el imprevisto de la lluvia.
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- Escrito por Emilio
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