La tentación de subir a Las Cañadas este fin de semana era grande, la nieve caída estos días hacían que el corazón pidiera pisar en este elemento tan escaso estos últimos años. Pero la cabeza decía que la gripe todavía estaba reciente y no era necesario pasar frío por gusto.

Así que estaba claro, rodaje pegadito al agua, como pueden ver en las fotos, tres horitas y cuarto a buen ritmo, sin rastros de debilidad después de esta semana de estornudos, dolores de garganta y escalofríos.

El lado malo ha sido el tremendo golpe que me he dado con una piedra en la frente que me ha abierto una brecha, no ha sido nada pero me he asustado bastante en el momento por la cantidad de sangre que manaba de la herida aunque luego he seguido el entrenamiento sin problemas gracias al buff con el que pude cortar la hemorragia, ya saben una nueva utilidad que se le puede dar.